encuentro cultural

Para apoyar la mudanza de una familia activa de seis integrantes, que incluye a dos adultos, cuatro niños y un gato, desde París a una encantadora residencia en Bruselas, hemos ideado un concepto de diseño llamado "El Cruce Cultural". Esta visión rinde homenaje a su amor compartido por la aventura, la gastronomía, los libros y la música, garantizando al mismo tiempo un entorno funcional y acogedor. Ubicada en el corazón de la casa, la cocina está diseñada como el centro de interacciones familiares y amistosas. La sala principal, equipada con un banco extendido, promete una cálida bienvenida para los invitados a la hora de la comida. Frente a esto, los muebles hechos a medida incluyen una esquina de café y diversas soluciones de almacenamiento, que realzan los tesoros recogidos de viajes, colecciones familiares y una selección de libros. Extendido desde aquí, un rincón tranquilo con vistas al jardín ofrece un refugio pacífico para la relajación y las actividades literarias. Este espacio está diseñado para fomentar la tranquilidad y el escapismo personal. En el primer piso, una sala de estar multifuncional sirve como un espacio dedicado a la música, el cine y los juegos de mesa.
En cuanto a las habitaciones, están personalizadas según las pasiones y sueños de cada niño, creando un espacio único propicio para el juego, el aprendizaje y la amistad. Está diseñado para reflejar la personalidad y las pasiones, estimulando la creatividad, el desarrollo personal y el bienestar comunal en un ambiente práctico y armonioso.